Desde 2007 hasta 2017, el equipo del Sur se volvió invencible, y se convirtió en un monstruo institucional. Ganó cinco de los seis campeonatos que tiene en su vitrina y se volvió un protagonista del fútbol argentino. Eso da una pauta de la organización dirigencial que maneja los destinos de la institución. No solo lo logró con un plantel que se fue renovando, sino que en esos diez años tuvo cuatros técnicos, tres de ellos fueron importantes. Eso se logró con un plantel rico y unas divisiones inferiores que le dieron al club un poderío difícil de igualar. Vale decir que no hizo una gran inversión de jugadores y fueron subiendo futbolistas de la cantera.
Acosta y Pelletieri salieron de las inferiores de Lanús para nombrar algunos. José Sand se cansó de hacer goles en las inferiores de River y nunca lo tuvieron en cuenta para jugar en primera. Ni Maxi Velázquez que firmó en el 2004, no sabía lo que les iba tocar a partir del 2007. Todos superaron las expectativas por varios cuerpos. Estos jugadores nombrados fueron algunos de los responsables de esta rica historia del club del Sur. La institución con estos héroes como Velázquez y Acosta ganaron cinco campeonatos en diez años y Pelletieri y Sand cuatro.
El Grana creció a la par de ellos y ellos al compás del club. Todos caminaron juntos de la mano y a la par del plantel y dirigente, lograron en el 2013 ganar la Copa Sudamericana. La unidad política del club fue clave, ya hace muchos años todas las agrupaciones de la institución se pusieron del mismo lado para lograr este objetivo. Después de la Conmebol del 96, el primer título que ganó el granate de la mano de Ramón Cabrero, luego le vino una mala, pelear el descenso. Por eso ganar un campeonato para Lanús era una utopía.
En el 2006 con la experiencia de Ramón Cabrero, el equipo del Sur hizo una campaña soñada, y quedó a la puerta de llevarse la corona y con un estupendo segundo puesto. A partir de ahí, Cabrero cambió algunas figuritas y subió algunos chicos de las inferiores, que le dieron a Lanús una frescura y una potencia para lograr el título en 2007. Mantuvo su estructura en la delantera el buen momento del Laucha Acosta y el olfato goleador Pepe Sand.
Luego le tocó el turno a los mellizos Barros Schelotto. Este equipo era agresivo y siempre buscando el arco de enfrente. Con él en el banco, el Grana ganó su segunda Copa internacional: la Copa Sudamericana. Allí eliminó a River en cuartos de final, a Libertad en la semifinal y en la final a Porte Petra con el 1 a 1 de visita y como local venció 2 a 0.
La etapa de Jorge Almirón sería la mejor performance del Lanús. Almirón había sido echado de Independiente por los malos resultados. Pero en el Grana encontró su lugar, se hizo cargo del equipo en el 2016 y con el conquistó su segundo título local. En ese torneo vapuleó a San Lorenzo por 4 a 0. Ganaron luego la Copa Bicentenario ante Racing y la Supercopa Argentina ante River.
En esta década, Lanús dejó en claro que es un rival durísimo para cualquiera. Sobre todo fue construyendo una identidad de juego, y ese valor tan preciado es difícil de encontrar en el fútbol argentino.
Nota escrita por: José María Matos
@josema1345
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