La historia comenzó dos años atrás, precisamente un 2 de mayo de 1971. Ese día, el presidente del club, Luis Seijo, viajó a Rosario para ofrecerle el cargo de director técnico a un joven Cesar Luis Menotti, cuya única experiencia hasta el momento había sido ayudante de campo del Gitano Juárez en Newells.
El Flaco era un técnico novato de tan solo 35 años. El entrenador dio el ok, y de ese instante se empezó armar el Globo del 73. En el Metropolitano de 1972, ese equipo ya jugaba un fútbol de alto vuelo, con figura como Avallay, Brindisi, Babingtón, Larrosa y compañía. Pero para comienzo del próximo año llegó al club, que hasta hoy sigue siendo el máximo ídolo de Huracán, el santiagueño más famoso, René Orlando Houseman. Si muchos no lo saben el Loco se formó en Excursionistas, pero por falta de oportunidades se marchó a Defensores de Belgrano, que militaba en la Primera C.
Menotti puso los ojos en este desconocido puntero derecho, y el club lo contrató. Desde el debut con la casaca del Globo se volvió inamovible, un wing punzante que con su gambeta volvía loco a su marca. La receta de D T no había misterio, le daba a sus jugadores libertad para jugar al fútbol. Así lo entendieron los protagonistas y lo aplicaron durante todo el torneo, se podía ganar, perder o empatar, pero nunca renunciar a su estilo de juego.
El esquema tampoco era revolucionario, más bien todo lo contrario. En el arco Roganti. Una línea de cuatro basada en la experiencia de Basile, la seguridad de Carrascosa, en el medio como contención y cortando el juego rival, Fatiga Russo. Y el resto tenían una única misión, crear juego, atacar y llegar al gol.
Pero los hinchas del Globito nunca olvidaran ese 16 de septiembre. El Quemero de Parque Patricios jugaba con Gimnasia Esgrima de La Plata y perdió por 2 a 1 . Pero como Vélez vencía a Boca, que era el segundo, se mantenía los seis puntos de diferencia entre uno y otro. El sueño se había concretado, el Globo por primera vez en su historia daba su primera vuelta olímpica en el profesionalismo. Y lo hacía jugando al fútbol, como una única receta, tocar, rotar y llegar al arco rival con mucha gente para concretar el gol.
Como jugaba este Globo del Flaco, muy sencillo, por derecha Miguel Brindisi, Carlos Babington y Omar Larrosa por izquierda. Se juntaban con René Houseman y Roque Avallay, cinco jugadores en ataque, achique, toques, diagonales, dinámica y goles. En el medio Fatiga Russo que cortaba todo por el medio. Por momentos Fatiga se aburría, porque los cinco de arriba no se la pasaban y la tenían siempre ellos.
Las primeras seis fechas con victoria al hilo, 6 a 1 Argentinos, 2 a 0 a Newells, 5 a 2 Atlanta, 3 a 1 a Colón, 5 a 0 a Racing y 1 a 0 a Vélez. Estos son los números del campeón: 32 partidos jugados, ganó 19, empató 8 y perdió 5, con una efectividad de 72%. Marcó 62 goles, recibió 30, y acumuló 46 puntos, cuatro más que el subcampeón Boca.
Nota escrita por: José María Matos
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