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  • Foto del escritorTaco y Pelota

El River de gallardo el mejor de la época


En época de ocio sin fútbol que es pasión de multitudes y sin deporte en general, tenemos que pasar esta etapa encerrado en casa por la pandemia del Coronavirus. Todavía no sabemos cuántos días más va a estar parado el fútbol. Por eso desde el domicilio tratamos de conocer la historia de algunos equipos o entrenadores que llevan trabajando varios años trabajando en los clubes.

Por eso hoy, es el turno del River de Gallardo, que para algunos es el mejor conjunto de la época. Cuando el técnico llegó al equipo de Millonario, se encontró con un conjunto que había salido campeón, pero recordemos que Gallardo el único pergamino que tenía es haber dirigido a Nacional de Montevideo.

Cuando el Muñeco llegó para dirigir al equipo, heredó un plantel campeón. Era un D T con poca experiencia, pero con ideas interesantes, de difícil aplicación porque venia de jugar con otro etilo. Él le dio su identidad y un aura ganadora a nivel internacional. Este joven y promisorio técnico acostumbrado al gusto del estilo futbolístico que le gusta al hincha Millonario, pudo trabajar con tranquilidad y continuar el trabajo que había iniciado Ramón Diaz.

Al poco tiempo ya la idea de Gallardo iba tomando forma, y pronto todos hablaban de River el del buen pie, de la voracidad ofensiva, el juego distinguido, y el lema “Ganar, Gustar y Golear”.

Pero Gallardo tampoco se conformó con eso. Quizás por sus propias frustraciones que le tocó vivir como jugador, y siempre en sintonía con el hincha le hizo un guiño al destino y se trasformo en lo que es hoy en día.

En el 2014 el Millonario parecía invencible, avanzó en la doble competencia (Torneo de Transición y Copa Sudamericana) a paso firme casi hasta fin de año. Cuando le tocó medirse con Boca en las semifinales del certamen continental, en la misma semana debía enfrentar a Racing, su competidor directo en el plano local. El conductor del grupo tuvo que tomar una difícil situación, cabía, la posibilidad de coronarse con el Bicampeonato en un semestre en donde todo el grupo de jugadores había forjado una personalidad fiel a su estilo. Y por otro lado, ir por el logro Internacional que al club se le negaba desde hacía 17 años y la eliminación de su eterno rival. El 23 de noviembre River fue a Avellaneda con un equipo lleno de suplentes y perdió 1 a 0. La Academia sacó la diferencia que necesitaba para quedarse con el Torneo.

El premio llegó cuatro días más tarde de haber asumido el riesgo de priorizar la Copa Sudamericana, con el penal que Barovero le atajó a Gigliotti, y el gol de Pisculichi y un Monumental que se venía abajo. Había sucedido algo: un entrenador con poca experiencia y casi desconocido y hubo un quiebre en la historia. A partir de ahí, se logró convencer al hincha de River y que los directivos con la contratación del Muñeco no se equivocaron y había contratado a un D T ganador.

Desde ese momento, Gallardo fue considerado como hombre de la casa. También hubo un convencimiento y capacidad para convencer a sus dirigidos quien era él con convicción para los éxitos deportivos. Al mismo tiempo tuvo un coraje y no le tembló la mano cuando hubo algún bajón en sus jugadores para dejarlo en el banco. Con todo esto, hoy su equipo está en el ranking como el mejor de Argentina.

Después de haber ganado varios torneos a nivel Internacional, la frutilla del poste llegó en el 2018. Cuando en Madrid el equipo de Núñez venció por la final de la Libertadores por 3 a 1 ni más ni menos que a Boca. Hoy nadie puede decir que Marcelo Gallardo no es un técnico ganador.

Por: José María Matos


@josema1345

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