Se cumplen 26 años del título más importante de la historia de Vélez: la Copa Intercontinental al vencer por 2-0 al Milán de Fabio Capello.
El 1 de diciembre de 1994, el equipo comandado por Carlos Bianchi le ganó la Copa Intercontinental al poderoso Milán. Aquella noche en el Estadio Nacional de Tokio, el Fortín se impuso con los goles de Roberto Trotta de penal y de Omar Asad. De esta forma, Vélez fue el sexto equipo argentino en ser campeón del Mundo.
El antiguo formato consistía en un partido único entre el campeón de la Copa Libertadores contra el ganador de la UEFA Champions League, también con una estructura arcaica. Vélez se consagró campeón de América al vencer al San Pablo por 5-3 en los penales en el Morumbi, tras haber ganado 1-0 en Liniers y caer por el mismo resultado en Brasil. Mientras que el Milán aplastó al Barcelona de Johan Cruyff por 4-0.
En el Milán fueron titulares siete jugadores que formaron parte de la selección italiana que fue subcampeón del Mundial de ese año que se disputó en Estados Unidos: Franco Baresi, Alessandro Costacurta, Paolo Maldini, Mauro Tassotti, Demetrio Albertini, Roberto Donadoni y Daniele Massaro.
Antes de comenzar el partido, Carlos Bianchi le dijo al Turco Asad: “En la primera jugada que tengas enfrente a Baresi, pégale un culazo y tiralo a la mierda”. El 9 de Vélez no le falló al Virrey, no solo hizo lo que le pidió, sino que marcó un golazo para sellar el resultado definitorio.
El equipo italiano era el favorito en quedarse con la Intercontinental, que dominó la posesión del balón en el comienzo del partido, pero Vélez logró emparejar y se fueron al descanso sin goles. En la segunda mitad, en menos de 15 minutos ganaba el Fortín por 2-0.
A los cinco, saque de José Luis Chilavert que le quedó al Pepe Basualdo, envió un centro al área que Alessandro Costacurta agarró al Turu Flores y el árbitro José Joaquín Torres sancionó penal. El Cabezón Trotta se encargó de la ejecución y lo cambió por gol, que la pelota pasó entre las piernas de Rossi. A los 12, Costacurta se equivoca y el Turco Asad con una pirueta marcó el segundo tanto para desatar la locura fortinera.
Vélez tocó el cielo con las manos. Con 84 años de historia, estampó la estrella dorada en su logo. Lo que fue su cuarto título y segundo a nivel internacional. La consagración del equipo de Carlos Bianchi fue la séptima para Argentina, que volvió a tener un campeón después de ocho años.
Por: Lucas Morel
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