La gira de Boca Juniors de 1925 se convirtió en el primer equipo argentino en jugar en Europa, también provocó la gran explosión de popularidad en todo el país y en el mundo. Hoy a 95 años de aquella epopeya, quiero brindarles a estos héroes de aquella época por soportar 23 días viajando por mar.
La gira de Boca del 25 por Europa marcó un antes y un después, y mucho antes que el Boca de Juan Carlos Lorenzo, o el de Carlos Bianchi que conquistaron el mundo. Por esos años, en el Rio de La Plata se disputaba la supremacía del fútbol sudamericano. Uruguay había sido campeón olímpico en 1924, y Argentina que no quería ser menos que su gran rival, quería preparar un equipo para mostrar sus dientes, pero ese conjunto nunca logró conformarse.
Por eso salió del club Boca Juniors, que recibió el apoyo de todo el fútbol argentino. El 4 de febrero emprendió el viaje rumbo al viejo continente, sin saber cuándo iban a regresar. También se convirtió en el primer equipo argentino en cruzar el Atlántico, una algarabía se produjo en la popularidad Xeneize, por llevar los colores al resto del mundo.
Los aficionados, casi 10.000 personas asistieron al puerto a despedir a la delegación deportiva. Boca hizo una escala en Montevideo, luego tras otra parada en Santos llegaron a puerto de Vigo, España. Tras cinco meses por el continente europeo, regresaron al país el 12 de Julio.
La delegación viajó con 17 jugadores, con 12 futbolistas propios y cinco prestados de otros clubes que iban a representar al país con los colores azul y amarillo. Con ellos viajaron dos dirigentes, un masajista y un hincha que hacia de utilero. En el viaje de ida, para no perder el estado físico, los futbolistas se entrenaban en la cubierta. De hecho, el número cinco Xeneize, Mario Busso, se lesionó a borde del barco. Durante la mayor parte de la gira lo remplazó Luis Vaccaro, jugador que había sido prestado por Argentinos Juniors.
A pesar de un viaje agotador, Boca debuta el 5 de marzo con una victoria frente a Celta de Vigo por 3 a 1. Con dos goles de Luis Cerroti que tuvo el privilegio de hacer el primer gol en Europa a los dos minutos, y el segundo a los 57 del partido. El equipo argentino había acaparado las expectativas de los hinchas europeo, que desbordó el estadio con 25.000 personas. En total Boca jugó 19 partidos, de los cuales ganó 15 entre España, Alemania y Francia, empató uno y perdió tres. El goleador de la gira fue Manuel Seone con 12 y Luis Cerroti con 10.
En el partido frente al Real Madrid que Boca ganó 1 a 0, hubo un hecho de color. El árbitro detuvo el partido durante 10 minutos, para que los jugadores saludaran al Rey Alfonso. Luego vino la revancha con Celta de Vigo que fue la primera derrota. La noche anterior en un agasajo que tuvo la delegación, sufrió una intoxicación. Luego vinieron dos derrotas más en el País vasco. Terminada la gira por España, Boca tenía que viajar a Francia, pero los franceses desistieron de la invitación. Entonces partió rumbo Alemania, donde volvió a la zenda del triunfo, y nunca más volvió a perder en el resto de la gira.
Antes de pegar la vuelta, finalmente se presentaron en Francia, con un triunfo por 4 a 2 a un seleccionado de Paris. En la gira nació el mito del jugador N° 12: Victoriano Caffarena, que durante el viaje se hizo cargo de los gastos de la delegación. Pero también esos cinco meses ofició de masajista, utilero, aguatero, delegado y técnico. Por eso el jugador Cerroti lo empezó a llamar el jugador N° 12.
En el viaje de vuelta, más de 25.000 personas recibieron a la delegación en el puerto de Buenos Aires. Los jugadores fueron subidos en anda por su participación por el viejo continente. Un año después del acontecimiento, la Asociación declaró a Boca campeón de honor, y los jugadores recibieron sus medallas. Desde ese momento los hinchas se multiplicaron, y el fanatismo de los fanáticos fue en aumento.
Nota escrita por: José María Matos
Twitter: @josema1345
Instagram: josemaria.matos.98
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