Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Lucas Banegas defensor de Comunicaciones. Posee 456 partidos, siendo el jugador que más batallas tiene con la camiseta del Cartero, y además marcó 50 goles. Es un ídolo y un capitán dentro y fuera de la cancha. El Negro también vistió los colores de Deportivo Merlo, Tristán Suarez y Nueva Chicago. Logró dos ascensos: Con Comu subió a la Primera B Metropolitana en 2005 y con el Torito a la Primera B Nacional, al ganar en la recordada promoción frente a Chacarita.
El referente el equipo de Agronomía, nos contó como atraviesa la cuarentena, su trayectoria, algunas anécdotas, y jugadores que dieron un salto de calidad, tras comenzar en el fondo del pozo y terminaron mostrando su mejor versión. A sus 40 años, dejó en claro que todavía no piensa en colgar los botines, y busca seguir un tiempo más en Comunicaciones, su segunda casa. Desde Taco y Pelota le agradecemos a Lucas por su tiempo y su buena atención para realizar esta nota.
-¿Cómo estás pasando la cuarentena?
- Me encuentro en Lomas de Zamora. Dentro de todo lo malo la estamos pasando bien. Es complicado el encierro. Llevamos un ritmo de vida de entrenamientos y de disfrutar del fútbol. Es entendible lo que está pasando, tenemos que cuidarnos, cuidar a los demás y que esto pase lo más pronto posible. Tengo mucha fe que esto va a quedar como anécdota y un aprendizaje para todos.
-¿Cómo te preparas desde lo físico?
- Nosotros entrenamos por la aplicación zoom tres o cuatro veces por semana. Nos mantenemos en contacto con el cuerpo técnico. Estamos bastante bien en lo físico. Lo único que nos falta es lo que es la pelota y la parte de fútbol.
-Pasaste por Merlo, Chicago, Tristán Suarez y ahora estás en Comunicaciones ¿Qué recuerdos te llevas en cada equipo?
- En Deportivo Merlo tengo lindos recuerdos, porque me abrieron las puertas en una situación complicada. También llegué en una situación difícil, porque el club no estaba bien, estaba cerca de irse a la D. Estuve dos años parado. Lo único que quería era jugar. Jugaba en una quinta con un muchacho que jugaba en Deportivo Merlo cuando él estaba de vacaciones Un día me preguntó si quería jugar y que me iba a conseguir una prueba. Me presente una tarde con 45º de calor. Tuve la suerte de quedarme y ahí arranqué. El primer partido que jugué convertí y pudimos salvarnos del descenso.
En Comunicaciones me llevó un compañero que tuve en Merlo, me probé y arranqué en 2004. En ese momento Comunicaciones estaba en la C y tenía un buen equipo, pero no podía dar ese salto de categoría. Me tocó una racha que salimos últimos en el Apertura, yo me puse a pensar “no seré mufa, vengo de pelear el descenso con Merlo”. Teníamos un buen equipo, nos ganaban por la mínima. En el Clausura vinieron tres incorporaciones: Adrian González, el Pitu Gómez y Gustavo Molini. Nos tocó ascender, ganarle la final a Colegiales en cancha de San Lorenzo. Ahí el club creció como institución. En 2013 volví y me mantengo en el club.
En Tristán Suarez estuve a préstamo por seis meses. Jugué poco, pero se armó un gran plantel. Fue muy lindo porque conocí gente buena, muy positivas y un gran grupo.
En Chicago al principio me costó adaptarme. Es un club muy exigente. Si empatas está mal, ya te insultan y si perder es peor. Es hermoso jugar en la cancha llena en todos los partidos. Sentir esa presión, a uno lo hacía sentir bien y querer jugar, porque lo de la gente era impresionante. Ese año se logró el ascenso tan recordado frente a Chacarita, del penal atajado de Daniel Monllor.
-En el penal de la promoción entre Chacarita-Chicago ¿Qué sensación tuviste?
- Yo creo mucho en el trabajo. Hicimos un buen trabajo, jugadores y cuerpo técnico. No se nos podía escapar, tenía mucha fe en ese momento que lo iba atajar. Trato de pensar siempre positivo, que todo va a salir bien. Se nos paró el corazón. Cuando vimos que agarró la pelota Daniel, salimos a festejar porque fue un ascenso muy merecido, por todo lo que hemos hecho en el torneo.
-¿Alguna anécdota que recuerdes?
- Lucas Vera Piris es un amigo que viajamos siempre en el auto y compartimos mates, charlas y fastidios. Es un chico que lo quiero mucho y es buena gente. Íbamos con Lucas, Enzo Oviedo, Franco Perinciolo y Fernando Maldonado, éramos 5 siempre. Todos los días algo nuevo pasaba. Cada vez que llegábamos al club desayunábamos porque salíamos temprano. Una vez estaba cortado en la General Paz, uno llegó medio justo para desayunar. Lucas tenía que desayunar, el se desmayaba si no desayunaba. Siempre arrancábamos a las 9, teníamos que pasar por la panadería, para comprar pan. A las 8:55, Lucas puso a calentar el agua, el dijo “no, si no tomo nada, me desmayo”. Yo le dije “vamos Lucas que no llegamos”, no teníamos ni tiempo para cambiarnos. Lo chistoso es que se quemó tomando mate cocido, el tuvo que desayunar. El técnico (Sergio Leroy) nos miraba, porque siempre lo mismo. Lucas llegó con la taza en la mano en el entrenamiento.
-Siendo un jugador con experiencia ¿Qué consejos le dejas a aquellos jugadores que recién empiezan y aquellos que se quedan en camino?
- Entrenar y dejar todo. Siempre alguien te ve. Hay que buscar un lugar y siempre pensar en más. No creérsela, porque a veces el fútbol es ingrato. Cuando las cosas van bien, la gente te dice “ídolo, sos el mejor” y cuando las cosas van mal no aparece nadie. Seguir entrenando convencido en que en algún momento va a llegar esa oportunidad y tener fe. Tienen que buscar lugar en cualquier categoría. Hay chicos que jugaron en la D y ahora están jugando en Primera. Damián Arce jugaba en Riestra cuando estaba en la D. Se me acercó un conocido y me dijo que él jugaba bien, que le hagamos un lugar en Chicago o en Comunicaciones. De la D a la B Nacional es un gran salto, complicado, pero imposible. Ese chico lo vi jugando en Almagro y en Primera con Patronato. Es un gran ejemplo a tomarlo. El fútbol es así, un día estás abajo y otro día arriba. También tuve un compañero, Nicolás Ibáñez. Llegó libre de Lanús, estuvo en Comunicaciones y hoy está en México. Eso es un gran ejemplo, hay que creer en el trabajo y ser perseverante.
-En 2017 disputaron la final frente a Riestra que fue polémico y se terminó de jugar los últimos cinco minutos en Defensores de Belgrano ¿Qué nos podes contar?
- Fue una situación rara. Nosotros hicimos un gran campeonato y ellos también, eso no se discute. Hemos jugado la primera final en la cancha de Deportivo Español y ganamos 1-0. Después no tocó ir allá, con toda la fe. Cuando llegamos respiramos algo raro, desde la primera final. Nosotros llegamos con toda la fe que iba a terminar bien, pero pasó lo de la invasión. Yo lo di por terminado ahí, porque más allá de que fue una situación fea, hicimos todo para conseguir el ascenso. Riestra no necesitaba a recurrir a ciertas cosas porque tenían un gran equipo, nos podían haber ganado tranquilamente, y no que se metan gente del club a la cancha. Nosotros tuvimos muchas chances de hacer un gol y no lo hicimos. No hay excusas. Después los cinco minutos fue todo muy raro. Hoy nos encontramos siendo protagonista con chances de lograr el ascenso.
-Sumas 456 partidos y 50 goles en Comunicaciones ¿Te imaginaste llegar a esa cifra?
- Para mí es un honor llegar a ser el jugador con más presencias en el club. No pensé nunca desde el primer día que llegué a alcanzar esa cifra. Mi idea era tratar de jugar, que el club crezca y que pelee por sus sueños. Uno cuando arranca a jugar al fútbol piensa en jugar en primera y en la selección. A veces el transcurso de la vida hace que uno se desvié o no encuentre esa persona que le guie el camino. Uno necesita el apoyo de alguien que haya vivido esa situación. A veces el jugador se deja llevar por situaciones, se confunde y se desvía. Nunca pensé en llegar a tantos partidos, se dio que se iban pasando los años, me iba afianzando mucho más y sintiéndome bien. Siempre le di la prioridad a Comunicaciones. Estoy feliz de ser el jugador con máximas presencias y por dejar una huella. Tampoco esperaba llegar a los 50 goles, soy defensor y me toca convertir en varias ocasiones.
-De los 50 goles ¿Cuál gritaste más?
- El gol que más grité no fue muy lindo. Fue de cabeza y se lo hice a Villa San Carlos cuando estábamos en la C peleando el campeonato. Ellos estaban segundos y nosotros primeros. Perdíamos de local 1-0. En un córner fui a buscar la pelota y tuve la suerte de cabecear y de hacer el gol. Lo festejé porque en la tribuna estaba mi familia y fue el primer gol que les pude dedicar a ellos, porque están siempre en todo y me apoyan.
-En 2015 eliminaron en la Copa Argentina a Aldosivi que tenía buenos jugadores como el Pepe Sand, Pablo Lugüercio, Roger Martínez, Cesar Carranza, Guillermo Ortiz y Pablo Campodónico. Aquel partido fuiste expulsado ¿Cómo viste el partido dentro y fuera de la cancha?
-El partido fue muy parejo. Nosotros tuvimos las situaciones más claras y fueron muy pocas en general para los dos equipos. Estábamos sólidos en defensa, ellos buscaban demostrar su calidad y nosotros manejamos el ritmo de la pelota, porque sabíamos que su velocidad es un poco más intensa que el nuestro. Eduardo (Pizzo) era el DT, había puesto algunos chicos que no venían jugando para darles rodaje, ellos lo hicieron muy bien y se logró la clasificación. Cuando me expulsaron sufrí mucho estar afuera porque no podía ayudar a mis compañeros. Corté a Roger Martínez porque se iba solo para el arco, estuvo al límite de ser penal. Fue un sufrimiento en la definición por penales porque ninguno erraba, hasta que erró Lugüercio.
-¿Te pones un plazo para seguir jugando?
- Yo no tengo fecha de vencimiento todavía, trato de patearla. Disfruto del momento, entrenar y estar en el club. No pienso en el retiro, trato de estirar el mayor tiempo posible de mi carrera. Sé que en algún momento se tiene que cortar. Uno cuando llega a una determinada edad, sabe que por ahí las malas campañas hacen que se adelante un poco. Que te digan “ya estas viejo”. Uno siempre trabaja para hacer buenas campañas, y eso hace que se estire la carrera. Uno demuestra que todavía está vigente.
-¿Qué mensaje le dejas al hincha de Comunicaciones?
- La gente de Comu siempre agradecido eternamente. Se han portado excelentes conmigo. Gente a la que quiero mucho, que veo que dejan todo por el club y eso hace que uno se sienta muy orgulloso. Estoy agradecido siempre, porque en las situaciones complicadas me han apoyado y me demostraron su cariño. Les pido que se queden en sus casas, que esto va a pasar pronto. Que paguen la cuota de socio del club porque estamos en una situación complicada. Uno prioriza otras cosas en vez de la cuota del club, pero el club tiene que seguir funcionado y necesita que todos abonen la cuota.
Por: Lucas Morel
Twitter e instagram: @lucasmorel21
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