Cristian Malaspina y Nicolás Russo relataron la abrumadora diferencia que existe entre los clubes denominados grandes y a quienes ellos conducen. Ambos concuerdan con la irrupción a la organización del campeonato de Primera División, por distorsión en su estructura dirigencial.
Los ingresos correspondientes a los derechos de televisión vuelven a contraponer dos posturas definitivas. Por un lado se establece una razón fundamentada por el alcance que tienen los eventos de Boca Juniors, River Plate, Racing Club, San Lorenzo e Independiente.
Mientras que del otro extremo se conjeturan diferentes opiniones por la escaza remuneración que generan los clubes restantes. En particular, Argentinos Juniors y Lanús acusan una suma ilógica anual que no responde a la equidad generalizada en la máxima categoría del fútbol argentino.
Russo afirmó que si no resuelven las problemáticas en la distribución, una opción es retornar bajo la órbita de la Asociación del Fútbol Argentino para evitar que continúe el "doble comando". También señaló que el conjunto del sur agrava este contexto al recibir solo1. 700.000 dólares al año.
En términos institucionales, Nicolás añade una variante confidencial: “En Superliga tenemos que tener una conducción política, Elizondo no trabaja mal, sería un muy buen gerente de la organización, pero necesitamos tener un presidente que sea político, presidente de un club o un ex presidente".
Por su parte, Malaspina confesó que los clubes "medianos" concuerdan la unión en el reclamo, pero que no se ve reflejado en las cinco entidades con mayor incremento.
Autor: Vázquez Gabriel
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