Este viernes la dirigencia del Ciclón pudo averiguar las condiciones actuales del director técnico en Victoria. Su contrato con el Matador es hacia fin de ese año, y las probabilidades de acercar las partes parecer ser viable, con determinaciones en la siguiente semana.
“No tengo dudas que volveré a dirigir a San Lorenzo” fueron las primeras deducciones de Gorosito al momento de determinar la continuidad al frente de Tigre en mayo. En ese entonces la repercusión en el conjunto azulgrana por contratar a un entrenador era permanente, y el DT congenió las preferencias del Ciclón en una hipotética búsqueda posterior, a lo que fueron las gestiones de Jorge Almirón y la reciente campaña, de Juan Antonio Pizzi.
La actualidad demanda mayores intervenciones de los dirigentes en San Lorenzo. Matías Lammens y sus pares comprenden el requerimiento de un entrenador acorde a las circunstancias.
Quizás ese deseo de Néstor revitalizaría el desempeño del equipo en la única competencia a disputar. No obstante, el primer trato será evaluado por ambas dirigencias, ya que San Lorenzo de Almagro aun no transfirió los cheques consensuados por el pase de Lucas Menossi en junio. Este aspecto debe ser corroborado porque la entidad de Boedo, le había pedido a Tigre que aguardara un lapso a definir por falta de fondos en la cuenta.
Pero una comunicación esta mañana cambio de rumbo lo antes pactado. Ezequiel Melaraña, presidente de Tigre, aceptó las consultas desde el Ciclón y teniendo en cuenta la finalización de convenio con Gorosito hasta diciembre, y las condiciones libre que existen desde el último día hábil anual, las posibilidades de concretar el traspaso de Pipo quedaría establecido en días.
El primer ciclo de Pipo fue durante de 2003 hasta mitad del año siguiente. En aquella época experimentó sus primeras directivas luego de oficializar el oficio de entrenador en Nueva Chicago.
Fuente: Luciano García
Autor: Vázquez Gabriel
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