El delantero de 27 años acaba de rescindir el contrato con Corinthians de Brasil y en estas horas se dirige hacia Buenos Aires. No así se desarrolla la brecha por su hermano Oscar, ya que el ex Racing pretende resguardar el convenio con el Shanghái Shenhua de China.
La codicia por restablecer la unión de dos hermanos, es una de los desafíos que se plantea la dirigencia del Ciclón bajo la cautela de Juan Antonio Pizzi. A menos de quince días de disputar la ida de los octavos de final de Copa Libertadores, los directivos irán por un augurio mayor a las siete incorporaciones que se establecieron en este mercado de pases.
La octava y novena obsesión son dos consideraciones en tiempos recientes de ligas sudamericanas. Los Romero son conocidos por su desempeño en diferentes equipos y la selección menor de Paraguay.
Ambos se encuentran en el exterior, y Ángel terminó su etapa en el fútbol brasileño tras seis años de continuidad. En estas horas su agente fue solicitado con reiteración por la dirigencia de San Lorenzo y en principio, habrá conciliación para dirimir la compra del futbolista.
Dicha operación constaría de la obtención del 100% del pase que en estos momentos es propiedad del propio jugador. El entorno del mismo reconoce que su determinación con Corinthians deriva de la intencionalidad del Azulgrana por contratarlo a esta altura del mercado. La trayectoria de Ángel abarca sus inicios en Cerro Porteño, y las recientes temporadas en el Brasileirao, abarcando en total, 147 partidos, catorce goles y la misma cantidad de asistencias.
Oscar también aparece en la lista de buena fe. Sin embargo su permanencia en el campeonato chino trasciende hace varios años y pese a su parecer, el nivel de contrato económico que ofrece el club asiático es adverso a la financiación estable en Argentina.
Andrés Riquelme, abogado de ambos, sintetizó la situación de los jugadores y afirmó que Ángel Romero Villamayor tiene iniciativas por vestir la camiseta del Ciclón, mientras que a Oscar le resta un año y medio de contrato con el Shanghái y el ofrecimiento del conjunto de Boedo debería ser excepcional para moderar las condiciones de negociación.
Autor: Gabriel Vázquez